Azerbaiyán es uno de los países con un rico patrimonio musical y de danza. Este legado está estrechamente ligado a la historia secular, la cultura y el estilo de vida cotidiano del pueblo. La música y las danzas azerbaiyanas no son solo formas de entretenimiento, sino también una expresión del pensamiento, los sentimientos y las tradiciones populares.
La base de la música tradicional azerbaiyana es el mugham. El mugham es una forma clásica de música oriental basada en la improvisación y es considerada una de las joyas más valiosas de la cultura musical de Azerbaiyán. La interpretación del mugham consta de tres elementos principales: el khanende (vocalista), el tar y el kamancha (instrumentos). Los mughams se presentan tanto en interpretaciones instrumentales como en composiciones vocales. Durante la ejecución, los khanendes suelen recurrir a la poesía clásica azerbaiyana, especialmente a los gazales de poetas como Nizami, Khagani y Fuzuli.
El arte del mugham fue inscrito en 2003 por la UNESCO en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que subraya su importancia y reconocimiento mundial.
Otra rama importante de la música tradicional es el arte de los ashugs. Los ashugs tocan el saz y cantan epopeyas populares, canciones de amor y heroísmo. Este arte combina música, poesía, teatro y una tradición maestro-discípulo, siendo una creación popular compleja. El arte de los ashugs también está inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Las danzas azerbaiyanas reflejan igualmente la riqueza cultural del pueblo. Estas expresan principalmente el estado de ánimo, el amor, el orgullo y el heroísmo del pueblo. Las danzas masculinas y femeninas se distinguen por diferentes movimientos y ritmos. En las danzas femeninas predominan la delicadeza, la gracia y la dignidad, mientras que en las masculinas destacan el coraje, la fuerza y el orgullo. Danzas como Qazağı, Tərəkəmə, Cəngi, İnnabı y Naz eləmə son algunas de las más populares en Azerbaiyán.
Las danzas se ejecutan tanto en solitario como en grupo, y juegan un papel importante en bodas, festividades y celebraciones populares. Estas presentaciones se acompañan de trajes nacionales y música en vivo, brindando placer estético al público.
La música y las danzas tradicionales azerbaiyanas continúan vivas en la actualidad. Son enseñadas e interpretadas por las nuevas generaciones en escuelas de música, salas de conciertos y eventos culturales. Esto es un claro ejemplo del apego del pueblo a sus raíces y del cuidado de su patrimonio cultural.
