La cocina nacional de Kirguistán es rica y diversa, basada en productos de ganadería y agricultura. Dada la tradición seminómada del pueblo kirguís, los platos de carne y lácteos son fundamentales.
Uno de los más famosos es el Beshbarmak, preparado con carne de cordero o caballo, trozos grandes y fideos caseros anchos. Se come con las manos (“cinco dedos”) y es típico en celebraciones.
El Kuurdak es carne frita con cebolla y patata; delicioso y sustancioso, se sirve tanto en casas como en recepciones.
Los productos lácteos son muy importantes. El Kımız, bebida fermentada de leche de yegua, se consume fresca o fermentada y se considera saludable.
La Shorpo es una sopa rica con carne y verduras, ideal para días fríos o comidas especiales.
El Laghman también es popular: fideos largos hechos a mano con carne y verduras, de sabor característico.
Entre los dulces tradicionales destaca el Chak‑chak, bolas de masa pequeñas bañadas en miel, infaltables en mesas festivas.
La cocina kirguís utiliza productos naturales, frescos y locales. Sus platos son simples, muy sabrosos y nutritivos. Es una muestra brillante de la herencia cultural e histórica del país. Probar estos platos es imprescindible al visitar Kirguistán.
